viernes, 25 de marzo de 2016

El amante de Jesús y las dramáticas consecuencias del homoerotismo bíblico – Diario de un copépodo

El amante de Jesús y las dramáticas consecuencias del homoerotismo bíblico – Diario de un copépodo













El amante de Jesús y las dramáticas consecuencias del homoerotismo bíblico






juan1De
todas las cosas que me han llamado como bloguero, quizá la que más
ilusión me hizo fue aquella vez en la que me definieron como
“irreverente”. Queda muy guay que te llamen irreverente, como muy
alternativo y modernillo. Me hizo ilusión por lo inesperado, ya que no
tengo mucha conciencia de serlo particularmente. Podría parecer por el
título de este post que me propongo cumplir mi cuota mensual de
irreverencia de forma facilona y premeditada. He releído dos veces el
tochazo que os queda por delante y la verdad, no creo que sea así, pero
no puedo evitar pensar que estoy poniendo un cebo jugoso para que se
acuerden de mí y de todos mis familiares. Lo que vais a leer es una de
estas ideas que tienes en el tintero durante años (yo antes hacía más
cosas de este estilo), pero que nunca te animas a escribir porque no es
el momento, o porque ya no estás para ciertos trotes. Reconozco que ha
habido un suceso
que ha sido el que me ha animado a retomar esta idea abandonada. Se
trata, una vez más, de uno de esos ejemplos en los que la religión saca
su comodín de excepcionalidad para que no se le pueda aplicar lo que en cualquier otro colectivo sería perfectamente aceptable. El uso de un ídolo
en un cartel publicitario de un acto de una revista satírica (que podía
haber sido mucho, mucho más cruel y blasfema) ha bastado para que
afloren las lágrimas de cocodrilo, la susceptibilidad más encendida a
flor de epidermis y la querella como remedio contra los mosquitos. Por
eso me ha parecido que era un buen momento para animarme a compartir
otra de mis reflexiones irrelevantes y así mato dos pájaros de un tiro:
doy salida a la idea que llevaba años en el tintero, y de paso ejercito
un poco el músculo de la libertad de expresión, no sea que se nos
atrofie. Como ya habréis adivinado, pues sois gente enteradilla y
avispada, vamos a hablar de Jesús de Nazaret y de si tuvo un amante de
su mismo sexo, y luego divagaremos largo y tendido.


Antes de entrar en materia, un nuevo aviso: el primero que no se cree nada
de lo que vais a leer a continuación soy yo mismo. No le doy ni el más
mínimo crédito, oiga, nada, cero. Básicamente porque a Jesús de Nazaret
no se le puede tratar como si fuese una figura histórica. Como dice un
tío mío, profesor de historia (muy sabio él, aunque esto es una
percepción mía que no tenéis por qué compartir si no os fiáis de mí), si
hiciéramos una aproximación a Jesús usando las herramientas habituales
de investigación histórica no obtendríamos un cagao; no pasa la prueba
del algodón. Jesús no es una figura histórica. Si alguna vez os han hablado del tema, lo mejor os acordáis de Flavio Josefo o Suetonio
soltando un par de frasecillas aisladas casi un siglo después de la
supuesta crucifixión y que ni siquiera son sobre Jesús en sí, sino sobre
los primeros cristianos. Lo cierto es que no hay ni una sola fuente
fiable y contrastada, siquiera de la existencia del tal Jesús, y en caso
de que existiese de verdad, de su vida sabemos lo que quisieron decir
los sucesivos evangelistas, cuyos relatos ni son ni pretenden ser
históricos, se escribieron en años muy posteriores a la vida de su
protagonista, y guardan entre sí a veces significativas incoherencias.
La aproximación a Jesús, o se hace desde la fe (cosa que este
invertebrado no puede hacer), o se hace desde la mitología-literatura,
cosa que sí podemos hacer todos para nuestro deleite y disipación. En
resumen, hablar sobre la sexualidad de Jesús viene a ser como hablar de
si a Ulises le olía el aliento o si a Quetzalcóatl le fastidiaba
madrugar: es simplemente un ejercicio que se puede
hacer para pasar el rato leyendo y aprendiendo curiosidades, pero ni es
productivo ni tiene por qué acercarnos a ninguna realidad histórica.
Obviamente esto tampoco es una investigación seria ni he realizado
ninguna revisión bibliográfica, ni he hcho nada original que mereca la
pena reseñar o que no se hubiese dicho antes. Esto es un bloj y lo que
aquí cuento es como si lo soltara en el bar, (un bar un poco raro)
avisados quedáis.





Bueno, al grano. Vamos a hablar del amante de Jesús, o en otras palabras, “el discípulo a quien Jesús amaba“, que como muchos sabréis era, según la tradición más aceptada(1)San Juan Evangelista,
hijo de Zebedeo. Resumiendo: el evangelio atribuido a Juan destaca por
varias razones. En lugar de narrar los hechos cronológicamente hace una
aproximación temática y, dicen, es el más profundo de todos y el que
tiene más rollete místico. Además es el único que se supone que fue
escrito por un testigo directo de la vida de Jesús, y desde primera
fila, podríamos decir (“El que lo ha visto da testimonio de ello, y su testimonio es verdadero; y él sabe que dice verdad, para que vosotros creáis
Jn 19, 35). Está claro como el agua que Juan tenía una relación muy
especial con Jesús, digamos que de auténtico privilegio según el mismo
evangelista pone negro sobre blanco refiriéndose a sí mismo como “el discípulo a quien Jesús amaba“, fórmula que se repite en cinco momentos distintos y únicamente refiriéndose a sí mismo.


– En la Última Cena, Juan se sienta al lado de Jesús y apoya su cabeza contra su pecho. (Jn 13, 23-25)


– Cuando crucifican a Jesús, Juan es el único apóstol que está
presente en la ejecución, junto a la madre del reo. En un gesto de
tremenda ternura Jesús viene a decirle a Juan que tiene en María a su
madre y a ella que considere a Juan como a su propio hijo. A partir de
este día, la madre de Jesús se va a vivir con Juan (Jn 19, 26-27)


– Cuando María Magdalena comunica que el sepulcro está abierto, es el
que sale corriendo y el primero que llega (aunque espera a Pedro) (Jn
20, 1-10)


– Es el primero en reconocerlo en una de sus performances post-resurrección (Jn 21, 7)


– Se percibe un trato especial hacia él en una conversación bastante
ambigua entre Jesús y Pedro cuando está a punto de irse (Jn 21, 20-22)
En todas estas ocasiones, el autor del texto se nombra a sí mismo
mediante la misma fórmula, usada en exclusiva: “el discípulo a quien
Jesús amaba”, y en todas ellas hay datos relevantes que nos hacen pensar
que no se trataba de un simple seguidor más. Si hemos de creer estos
textos, Jesús amaba a todo el género humano (amad al prójimo como yo os
he amado, amáos los unos a los otros, etc), pero a ningún otro individuo
en los 21 capítulos del texto le confiere ese privilegio tan explícito. Jesús amaba a todas las personas en general (en plan jipi) pero a Juan en particular.


Esto lo puede leer cualquiera que tenga una Biblia delante, y por
supuesto, si la Biblia está correctamente anotada, encontrará los
correspondientes asteriscos, bien gordos, llamándonos a un pie de página
donde nos explicarán que Jesús simplemente le tenía un especial cariño a
Juan. Sin embargo, y esta es la parte que considero más interesante, a
lo largo de los siglos, la gente que ha leído la Biblia se ha topado con
estos párrafos y muchos de ellos han visto unos indicios muy claros en
el mismo texto (en esto profundizaré después).


Quizá como hay mucho malpensado, los “doctores de la Iglesia” se han
encargado de preparar los argumentos pertinentes. Se dice en primer
lugar que Jesús apreciaba a Juan especialmente porque era el más joven
de los apóstoles. No es que esto aporte ninguna confianza, y más tal y
como está la Iglesia en este momento, y de hecho más bien al contrario:
en el mundo helenístico la relación entre mentor maduro y aprendiz joven
ya sabemos que no implicaba, ni mucho menos, ninguna barrera ética para
aprender cualquiera de las cosas que la vida puede enseñar. Pese a
todo, si hemos de confiar en “la tradición” como venimos haciendo, Juan
se llevaba como mucho seis años con Jesús (tendría, por lo tanto al
menos 28), edad totalmente adulta en siglo XXI y más aún en el I, y
suponemos que casi peinaría canas en los pelillos de los huevos para
saber lo que se hacía y no necesitar ningún “cuidado especial” por parte
de su maestro.


El otro argumento es que en el texto original griego se usa el verbo “agapáo“, y que “agápe” es un amor muy distinto al “éros
o amor carnal, deseo. De esta forma se resuelve de un plumazo cualquier
incómoda relación carnal entre Jesús. ¡Valiente tontería! Si la
sospecha es que Jesús y Juan eran amantes, ¿por qué habría de esfumarse
esa sospecha por que su relación no estuviese limitada a lo físico?
¿Cómo iba a estarlo si las muestras de cariño van más allá de un
encoñamiento caprichoso? ¡si le pide nada menos que se encargue de su
madre cuando él muera! ¿Qué mayor muestra de amor y confianza puede
haber que ocuparte de tu suegra? No señor: “agápe” significa amor en su sentido más amplio; según el diccionario de griego clásico de José Pabón, “agapáo
es “amar, querer, acoger, tratar con cariño, desear, complacerse”.
¿Cuál de estos significados es el adecuado? ¿Cambiaría algo de lo que he
dicho si tradujésemos la fórmula por “el discípulo al que Jesús trataba con cariño“? Aún hoy en día los griegos se declaran su amor con un “s’agapó” y los cantantes para adolescentes de ese país siguen titulando sus canciones empalagosas usando ese mismo verbo. No cuela.


juan2


La fórmula empleada en Jn 21, 7, en versión original: “‘o mathetés ekínos ‘on egápa ‘o Iesûs“, literalmente, “el discípulo aquel al cual amaba Jesús“, y punto pelota.

Falta lo más importante de todo: ¿Por qué razón Jesús habría de tener un favorito?
El encargado de liderar su misión evangelizadora era Pedro, pero éste
no era “el discípulo al que amaba”. Tener un favorito es muy poco
profesional, muy poco de naturaleza divina, redentora de la humanidad.
Todo lo relacionado con “el discípulo amado” más bien parece tener
relación con la parte humana de Jesús, sensible por lo tanto a sus
emociones, según la misma Iglesia.


Por supuesto que hay una amplia bibliografía sobre los aspectos
carnales de Jesús, amén de otras lecturas muy recomendables como “La última tentación de Cristo” de Kazantzakis. Creo además que hay evangelios apócrifos en
los que se habla más abiertamene de otros tabúes más o menos heréticos
como posibles esposas de Jesús e incluso en el mismo evangelio de Juan
se menciona que tiene hermanos (y de nuevo la Iglesia aduce argumentos
semánticos en su contra). Una cosa no quita la otra. Una crítica
habitual que se hace cuando se llama la atención sobre la homosexualidad
de un personaje del pasado es aclarar que “no se puede aplicar el
concepto moderno de homosexualidad”. Esto también tiene su gracia. Si
por ello se quiere decir que no debemos imaginarnos, en este caso a
Jesús, llevando banderitas de colores, trabajando en una peluquería,
bailando música techno y… en fin, añádanse aquí los clichés que se
estimen oportunos para cumplir esa entelequia de “concepto moderno de
homosexualidad”, estoy totalmente de acuerdo. Sin embargo esa actitud no
hace más que evitar la cuestión de fondo: si el personaje en cuestión se sentía física y afectivamente atraído por personas de su mismo sexo o no.


Por cierto, y ya que sale el tema: es impresionante cómo todo tipo de
biógrafos esquivan con asombrosa agilidad la vida afectiva del objeto
de su estudio cuando no se trata de un varón heterosexual (y a ser
posible, mujeriego), desde Shakespeare hasta Humboldt;
como mucho en estas biografías aprensivas hay menciones tangenciales a
una, siempre “supuesta” o “presunta”, homosexualidad. Es cierto que
concretamente en el mundo clásico compaginar las ostras y los caracoles
posiblemente no tendría mucho misterio, con todos los matices que
queramos añadir, pero preguntarnos si se ordenó o no un código rojo
exige una respuesta muy sencilla: sí o no.


Pero me estoy desviando…


Llegados a este punto, saquemos la navaja de Ockham del armario y contemplemos a la luz de los textos las dos hipótesis.


Hipótesis A: Jesús y Juan se querían, pero ojo, no
se trata de lo que normalmente pensamos cuando decimos que dos personas
se quieren: Jesús quería a Juan como criatura creada por sí mismo en su
trinidad, como al resto de los mortales, pero recibía un trato especial
en exclusiva que no sabemos muy bien en qué consistía ni a qué era
debido pero que permitía al apóstol tratar a Jesús con más confianzas de
las que se tomaban el resto de los doce. Juan, a su vez, es un ejemplo a
seguir por su virtud y su fe, su entrega absoluta a Jesús, pero por
supuesto se trata en todo momento de algo puramente místico y cualquier
malentendido se debe en realidad a la incapacidad de un idioma (nada
menos que la koiné) de matizar mejor qué tipo de relación tenían y usar
en su lugar un verbo de amplio espectro.


Hipótesis B: Jesús y Juan se querían.


Que el lector haga con la navaja lo que crea conveniente, yo ya he
dicho que en el fondo no me creo nada de lo anterior… pero no he
terminado.


Lo realmente fascinante de este asunto no es lo que pasara o no entre personajes que lo mismo ni existieron. Lo que me encanta es la trascendencia que ha tenido a lo largo de la historia.
El testimonio del “discípulo al que Jesús amaba” no pasaba
desapercibido a la gente receptiva, con razón o sin ella para sospechar
que la literalidad de un texto tan claro no podía maquillarse con
explicaciones teológicas o semánticas: uno lee lo que tiene delante, las
palabras están ahí. No deja de ser curioso que en una gran parte de la
historia de occidente la homosexualidad haya pasado sus buenos siglos
poco menos que en la clandestinidad y en la persecución mientras en el
propio texto sagrado había ciertos guiños a un amor prohibido que desde
luego no pasarían inadvertidos a los lectores perspicaces. La poderosa
lectura literal de los detalles de este evangelio es un elemento
fundamental en el corpus del homoerotismo bíblico
(reducido pero innegable), y poco importa que hubiese razones fundadas
para ello o no: el hecho de que homosexuales de todos los siglos, en
condiciones bastante adversas, se hayan sentido inspirados por la
arriesgada ambigüedad de ciertos versículos ya los convierten en toda
una curiosidad.


El ejemplo más típico de icono gay cristiano es quizá San Sebastián.
Es muy curiosa la fijación que tiene la cultura homosexual con este
mártir, pero en este caso se debe más bien a que ha sido motivo habitual
de pintores que querían dibujar un resplandeciente mozo en ropa
interior sin levantar sospechas. Pese a todo, no es tan interesante en
este contexto porque su origen no es bíblico (murió en el siglo III).


ssebastian1  ssebastian2<
San Sebastián: la mejor excusa para
mostrar jovencitos de buen ver en taparrabos durante siglos sin levantar
sospechas. Izquierda, Antonello de Messina (
circa 1477); derecha, Pierre et Guilles (1985)
El ejemplo clásico y mi favorito es la relación entre David y Jonatán. A esto le dediqué el post Brokeback Bible
en 2008 y para no alargar mucho más este tochazo os animo a que lo
leáis después si os quedáis con ganas, que quedó muy divertido. Os
recuerdo que la relación entre David y Jonatán incluye perlas como
estas:


“En acabando de hablar David a Saúl, el alma de Jonatán
se apegó al alma de David y le amó Jonatán como a sí mismo (…). Hizo
Jonatán un pacto con David, pues le amaba como a sí mismo. Se quitó
Jonatán el manto que llevaba y se lo dio a David, su vestido y también
su espada, su arco y su cinturón. (I Sam 18:1-4)”
… además de, por supuesto, la elegía de David a Jonatán muerto en batalla:


¡Jonatán! Por tu muerte estoy herido, por ti lleno de
angustia, Jonatán, hermano mío, en extremo querido, más delicioso para
mí tu amor que el amor de las mujeres. ¡Cómo cayeron los héroes, cómo
perecieron las armas de combate! (II Sam 1:25-27)
por último no conviene pasar de largo que esta historia incluye la
dote más magnífica que jamás haya pedido un rey a un pretendiente de la
mano de su hija en todos los siglos habidos y por haber: los prepucios
de cien filisteos. Lo dicho, leedla.


david4
David, de yogurín, tocando el arpa para Saúl. ¡Saltan chispas! Julius Kronberg, 1885.
Evidentemente, en cualquier Biblia como Diosh manda, cada parrafito
ambiguo lleva su nota al pie de página que nos aclara que lo que
realmente ocurría era que David y Jonatán eran muy amigos. Pero mucho. ¿Cuánto de amigos? Pues mucho,
ya os lo estoy diciendo, ¡pesados! De nuevo, que el lector haga lo que
crea conveniente con la motosierra de Ockham leyendo el texto bíblico
original.


david1


David y Jonatán. Muy amigos. circa 1300.
Lo que es un hecho es que la figura de David inspiró a muchos
homosexuales durante siglos de teocracia y persecución. Más de uno se
frotaría los ojos tras leer ciertos párrafos y volver una y otra vez
sobre las mismas palabras, sin poder creer lo que estaba leyendo en el
libro de los libros. Algunos levantarían la cabeza y mirarían al de al
lado con una gesto interrogativo en plan “¿Estás ‘entendiendo’ lo mismo que yo?”,
y de ahí al escobero hay dos avemarías. No es difícil imaginar cómo
estos textos pudieron acabar adquiriendo un significado oculto,
esotérico (con significado sólo para los “iniciados”) pese a estar a
plena luz. Así tampoco nos sorprende que de todos los personajes de la
mitología del Antiguo Testamento, David (y no, por ejemplo, Adán,
Abraham o Sansón) sea el escogido con más frecuencia para desplegar la
belleza del cuerpo masculino en todo su esplendor o como ejemplo de
ambigua voluptuosidad.


david2  david3
Esculturas de David por Miguel Ángel y
Donatello. Ambos renacentistas, ambos tortugas ninjas, y ambos
(¡¡¡presuntamente!!!) con conocidos amores impropios de los hombres como
Dios manda. Presuntamente, ojo.
Pero volvamos a Juan, para ir ya cerrando. En la tradición artística
occidental es frecuente encontrar a Juan retratado como un jovencito
imberbe con la cabeza, más o menos cariñosamente, apoyada en el pecho de
Jesús durante la Última Cena. Sobran los ejemplos.


juan2 juan5
juan6  juan4
Capitel de monasterio de San Juan de
Peña (siglo XI-XII); Vidriera en Gotland (1240); Jaume Huguet (1470);
Valentin de Boulogne (1625-1626)
Y una vez más, sabemos que desde hace siglos no han faltado quienes han querido leer la versión más estreitforguard
del susodicho evangelio. Hay incluso quien tuvo los arrestos para
decirlo en público. Algunos de los casos más famosos lo acabaron pagando
con la vida. Así le ocurrió a un monje franciscano llamado Francesco Calcagno,
que se ganó una, al parecer merecida, fama de ateo y blasfemo; dormía
con otro chico todas las noches y, en efecto, sostenía que Jesús y Juan
se acostaban juntos. Fue ejecutado por la Inquisición en Venecia en
1550, contando con 22 años de edad. Al parecer nunca mostró
arrepentimiento ni se retractó.


Christopher Marlowe
es un personaje difícil de definir. Dramaturgo inglés muy valorado por
sus contemporáneos, espía al servicio de la reina, a la vez que posible
traidor y conspirador, escéptico ¡incluso sin Twitter!, librepensador
con talento, asiduo de tabernas y lugares de mal vivir, libertino
irredento, ateo y blasfemo a la vez que acusado de católico,
sinvergüenza confeso y, cómo no, “presunto homosexual”, son algunos de
los calificativos, a veces contradictorios, que se le suelen aplicar. La
vida de Marlowe da para una serie de posts dedicados en exclusiva. A
Marlowe no le faltaban enemigos que desearan verlo muerto, pero en su
vertiente herética también se le acusó de sostener que Juan Evangelista
era compañero de cama de Cristo y que “le usaba como a los pecadores de
Sodoma”. Se le arrestó y se le juzgó por blasfemia, y aunque las causas y
motivos de su muerte nunca se conocieron con detalle, murió apuñalado
unos días después.


marlowe
Cristopher Marlowe. “Quod me nutrit me destruit”. Un tipo interesante.
Para poder decir algo de ese calado y salir impune, mucho me temo que
tenías que ser un tipo bastante más influyente. Escogeremos un ejemplo
así para cerrar sin más muertes. Jacobo I
de Inglaterra, cuya preferencia por la compañía de hombres jóvenes es
bien conocida, dejó en su momento bien clarito que para él no había
nadie como George Villiers, duque de Buckingham, y para dejarlo meridiano, puso como ejemplo precisamente a Jesús y a Juan (mis negritas):


I, James, am neither a god nor an angel, but a man
like any other. Therefore I act like a man and confess to loving those
dear to me more than other men. You may be sure that I love the Earl of Buckingham more than anyone else,
and more than you who are here assembled. I wish to speak in my own
behalf and not to have it thought to be a defect, for Jesus Christ did
the same, and therefore I cannot be blamed. Christ had John, and I have George.
El que tenga ojos para leer, que lea.


jacobo1 george
Jacobo I de Inglaterra y el duque de Buckingham
Bueno, y ahora sí, ya paro. Los comentarios están abajo para posibles
reclamaciones y para añadir, si conocéis, más ejemplos de homoerotismo
bíblico.


———————


(1) A todo esto, hay otras interpretaciones sobre quién era el
“discípulo amado” (desde Lázaro a María Magdalena). Ninguna de ellas
explicaría muy bien qué hacia el susodicho individuo (o individua)
en la cena de autos sin haber sido invitado ni nombrado antes, pero en
el fondo todo esto es irrelevante porque, como ya dije en su momento, el
primero que no le da ningún crédito soy yo.






42 thoughts on “El amante de Jesús y las dramáticas consecuencias del homoerotismo bíblico



  1. Ignacio Paredero 24 enero 2013 / 11:13
    Un 10 xDD Lo de “Esculturas de David por Miguel Ángel y
    Donatello. Ambos renacentistas, ambos tortugas ninjas, y ambos
    (¡¡¡presuntamente!!!) con conocidos amores impropios de los hombres como
    Dios manda. Presuntamente, ojo.” te pondría por encima del 10, pero
    mejor no pasarse xDD






  2. Dr. Litos (@DrLitos) 24 enero 2013 / 11:19
    He leído el post de cabo a rabo (uy), con la habitual mezcla de
    interés, sorpresa y diversión; me parece una reflexión de lo más
    razonable y aunque digas lo contrario, bien meditada y fundamentada;
    como bien dices, nadie debería ofenderse por un mero ejercicio
    intelectual, imaginativo y de análisis literario-histórico, pero bueno
    supongo que estarás preparado para lo que pueda venir después de casos
    como el de Brokeback Bible.


    Eso sí, no puedo dejar de denunciar las acusaciones que tú mismo has
    dejado entrever, en un ejercicio de metabloguismo, en tu propio post y
    de igual modo que sucede en los textos bíblicos: así como el que no
    quiere la cosa, haciendo como que hablas de otro tema, va y sugieres que
    existía una relación más que fraternal nada más y nada menos que…
    ¡entre Michaelangello y Donatello! Eso sí que no amigo invertebrado, no
    permito que mancilles mis ídolos de infancia y espero que te retractes
    en el correspondiente post. Ya está bien hombre, primero fueron Batman y
    Robin, luego Epi y Blas… ¡ ya basta!


    Aunque ahora que lo pienso… únicos en su especie, sin hembras
    conocidas, viviendo recluidos en las tristes y solitarias alcantarillas y
    en plena efervescencia adolescente… mmm… tampoco es una hipótesis
    carente de sentido… O_O






  3. Anónimo 24 enero 2013 / 11:51
    Divertid, muy divertido, trabajado. Enhorabuena, un gran trabajo.






  4. Fer 24 enero 2013 / 13:56
    Genial, auténtico y sublime ejercicio de investigación
    hipotética, con un sutil sentido del humor woodyalleniano (si lo puedo
    denominar así), evitando caer en la irreverencia más brutal y
    sanguinaria, como muchos habríamos caido. Voy a leer lo de Brokeback
    Bible, que seguro me sigo partiendo de risa. Enhorabuena.









  5. Nahum Chazarra (@nchazarra) 24 enero 2013 / 14:04
    Buenísimo. Yo soy fan (como casi todo geólogo) de las
    interpretaciones bíblicas, y esta me ha gustado especialmente teniendo
    en cuenta que quizás el colectivo con el armario más grande de todos sea
    el religioso (de todas las religiones monoteístas en general).De hecho
    si ahora mismo la Iglesia Apostólica y Romana aceptara la homosexualidad
    entre sus filas (públicamente, claro), tendrían que cambiar la sotana
    de su lúgubre color negro a una multicolor. El festival más grande del
    Orgullo pasaría de celebrarse en Madrid a celebrarse en la Ciudad del
    Vaticano.


    Lo único que me da un poco de pena es que ahora entiendo que la pobre
    María Magdalena se quedó a dos velas no por la propia muerte de Jesús,
    sino porque Jesús sería un sodomita de tomo y lomo que tardó un poco más
    de la cuenta en aceptarse. Pero le comprendo perfectamente, mirad la
    que armó el mismo en su versión divina sobre Sodoma y Gomera, islas de
    nuestro archipiélago más austral.


    Por otro lado, evidentemente la homoerótica de aquella época no era
    la misma que de ahora. No habían bakalas, grinders ni badoos, y ligar
    era mucho más difícil, aunque por lo visto en los retratos algunos como
    que muy dentro del armario no estaban (e incluso deberían de haber
    optado al puesto de Reina).


    Y para concluir una cosa más: Me pido el San Sebastian de la derecha.






  6. eulez 24 enero 2013 / 14:22
    Una entrada como Diosh manda, claro que sí. Me la he leído entera XD






  7. pipistrellum 24 enero 2013 / 14:23
    En la 4º foto con la cabeza apoyada parece que le van a cortar la cabeza.


    En el plato que hay? un gato atropellado? Muy plano me parece para el ancho de las ruedas de la epoca.






  8. mortiziia 24 enero 2013 / 16:10
    Se daban mandanga de la buena, como el Caballero de Andrómeda y el Caballero del Cisne.






  9. Aitor Santisteban 24 enero 2013 / 18:52
    Divertida forma de reinterpretar la biblia, supongo que
    conoceréis también el caso del báculo de Adán, lo explico en mi post: El
    báculo de Adán, no la costilla http://wp.me/p2VkRq-2v.






  10. Alfie 24 enero 2013 / 23:05
    Tras leer tu entrada me he dado cuenta que tenemos que ver mñas
    cien de Derek Jarman, está intimamente relacionado con tu entrada.






  11. Copépodo 25 enero 2013 / 4:26
    Estoy contento de ver que las empanadas mentales siguen teniendo
    cabida en el bloj y siguen teniendo su público. Muchas gracias por
    comentar a todos.


    Dr Litos: descuida amigo, que no he sugerido que las tortugas nija
    tengan sus líos ¡entre ellas! jojojo. ¿Tú sabes lo que es llamarte como
    una tortuga ninja y luego descubrir que la tuya es la más inútil de las
    cuatro? Menudo trauma infantil. La primera imagen no me preguntes de
    dónde la he sacado, pero prometo que no la miré con detalle hasta casi
    el final.


    Nahúm: Me parto con lo de Sodoma y Gomera, no sabía que estaban tan
    cerca. Ligar era difícil y peligroso, y en aquellos tiempos de sequía y
    enranciamiento, no me extraña que unos cuantos párrafos o que un cuadro
    contrahecho hiciesen volar la imaginación a más de uno, aunque no fuese
    el Sebastián de Pierre et Guilles, jajaja.


    Eulez: Es un post lleno de inshidiash


    Pipistrellum: pues esa es la imagen que más me gusta de las que he
    encontrado de la última cena para ilustrar el post. No sé lo que hay en
    el plato, debía estar ya medio comido.


    Mortiziia: uy, los caballeros del zodiaco, eso daría también para mucho


    Aitor: entiendo que lo veáis como una “reinterpretación”, pero lo que
    me hace gracia es que es fruto de la literalidad. Muchas gracias por el
    enlace.


    Alfie: ¡¡Ya estamos tardando!! :-P






  12. Virginia (@sk8sbd) 25 enero 2013 / 10:21
    Ten cuidado que no te lean tus amigos del bus, si no te van a
    enterrar en tratados de Chick para intentar reconducirte al camino de la
    fe! Me ha encantado, no abandones nunca las empanadas mentales en el
    bloj!!






  13. banchsinger 25 enero 2013 / 15:18
    Tela marinera crustáceo… pa no haberte documentado haces mas
    referencias que alguna tesis de por ahí… Muy bien traído y muy bien
    llevado jajajaja es que me descojono! Cuanto mal han hecho 900 años de
    oscuridad. Hay que hacer la prueba, yo ya la he hecho alguna vez. Cójase
    a algún viejo o no tan viejo que se alborota cuando oye algo referente a
    la homosexualidad, y lo mínimo que dice es Maricón!. Repásesele la
    historia de sus figuras mitológicas o históricas preferidas (vistas en
    la tele o ensalzadas en el NODO). Puntualícesele que algunos de sus
    preferidos y más bravos guerreros y estrategas (cosas muy machotiles)
    eran alevosa y denodadamente y homosexuales, para continuación, ver
    cambiar su gesto de asco a incomprensión y luego a apatía o pena. Como
    cuando le dices a un niño de 4 años que los reyes magos no existen… No
    tiene precio.






  14. Biónica 27 enero 2013 / 2:04
    Escribes genial. Ya sé que no tiene que ver mucho con la temática
    de la entrada, pero tenía ganas de decirlo. Y es que de la Biblia, a
    pesar de haberme leído el Apocalipsis, no tengo ni pajolera idea.
    Menudos peer reviews se marca la Iglesia no obstante…






  15. Biónica 27 enero 2013 / 2:06
    Mirando las imágenes de Juan apoyando la cabeza en el pecho de
    Jesús, constato las dudas que tenían que tener los artistas a la hora de
    plasmarlo xD. Como poco, no hay ninguna pose natural.






  16. ununcuadio 27 enero 2013 / 23:39
    Hoy he intentado hacer el ejercicio de la navaja de Ockham: ha
    sido el siguiente, los sacerdotes católicos no se casan y viven el
    celibato apostólico porque se dedican a Dios, en cierto modo las monjas y
    los sacerdotes “se casan” con Jesús. Entonces la opción de ockhamiana
    sería que todos los sacerdotes son homosexuales puesto que deciden
    casarse con otro hombre. Sin embargo, y aunque supongo que de todo hay
    en la viña del Señor, conozco una muestra representativa de curas que no
    son homosexuales, ergo… la navaja no me funciona. Y pienso que algo así
    pasa con el homoerotismo bíblico






  17. flauros 28 enero 2013 / 7:09
    Caray copepodo es que acaso quieres terminar en el infierno
    plantónico, que barbaridad, Jesús debe de estar revolcándose en su tumba
    (con Juan por supuesto).






  18. Marple 28 enero 2013 / 10:21
    ¡Nunca defraudas, Copepodito mío! Me he leído la entrada de
    arriba a abajo y sin respirar, y aparte de que, efectivamente, está muy
    bien escrita (como no podía ser menos), mi opinión de filóloga es que es
    un trabajo sólido, coherente y documentado…¡amén de divertido! Creo que
    ya habíamos comentado en alguna ocasión la “supuesta” homosexualidad de
    Jesús. ¡Ahora ya no hay duda ninguna! Por cierto…¿no estás echando de
    menos algún comentario cristiano-católico? Yo casi me he sentido
    decepcionada de no leer réplicas indignadas y llenas de sapos, culebras y
    deseos de verte arder en el Infiereno.






  19. Copépodo 29 enero 2013 / 3:19
    Virginia: muchas gracias, habrá más empanadas seguro.


    Banchsinger: ¿Has hecho esa prueba? Pues mira que me extrañaría que
    realmente no le entrase todo por un oído y le saliese por el otro al
    no-tan-viejo del ejemplo, pero en fin, olé por ti.


    Biónica: Natural natural… no, no parece que haya ninguna entre estas.
    Otros dicen por ahí que en realidad lo de apoyarse en el pecho era una
    costumbre siria ¿¿?? pero yo qué sé, a mí eso siempre me resultó muy
    sospechoso.


    Ununcuadio: la navaja de Ockham nunca prueba nada. La explicación más
    sencilla no siempre es la correcta y hay muchos ejemplos; se usa más
    bien como una tendencia, pero no como una prueba. No entiendo muy bien
    qué quieres decir: yo desde luego no aceptaría ese silogismo por el cual
    todos los sacerdotes son homosexuales, pero tampoco entiendo cuál es la
    relación con el relato del evangelio de San Juan. Sí que me parece muy
    razonable pensar que si alguien que no supiese nada en absoluto, NADA,
    del cristianismo, leyese esas partes del evangelio de San Juan, muy
    posiblemente se imaginaría que el vínculo entre Jesús y Juan es amoroso
    en su sentido más literal.


    Flauros: Jesús ascendió en cuerpo y alma: nada de tumbas pues, me mira desde arriba con amenazante rictus.


    Marple: muchas gracias por pasarte por aquí. Me acordé de algunas de
    nuestras memorables conversaciones, claro que sí. Sobre otro tipo de
    comentarios… seguro que tarde o temprano algo me cae.






  20. Ununcuadio 29 enero 2013 / 17:56
    Ok, error mío de interpretación, ya entiendo por dónde vas. Me
    cuesta hacer el ejercicio de olvidar los asteriscos ;) porque aún (y
    espero seguir un rato más) soy creyente. Digamos que no me convence la
    navaja de Ockham, por el ejemplo que puse y otros tantos, me parece que
    las generalizaciones no proporcionan una visión adecuada de la realidad,
    al menos desde el punto de vista del Homo sapiens (o si no, yo tengo
    una capacidad de equivocarme al respecto).






  21. ununcuadio 29 enero 2013 / 18:52
    Aunque… he seguido pensando, y creo que mi razonamiento es
    válido. Si alguien no conociese NADA del cristianismo, podría coger el
    Catecismo e interpretar que el celibato apostólico implica la
    homosexualidad. Quizá tú no, pero conozco gente que sí que se lo plantea
    así (y no necesariamente por no conocer NADA, sino por conocer solo
    “algo”).

    Un saludo! :)






  22. Copépodo 30 enero 2013 / 0:36
    Pero a ver, yo es que no entiendo qué tiene que ver lo del
    celibato con todo esto. Eso es un asunto totalmente distinto del que yo
    no he dicho nada. Yo a lo que voy es que tienes un texto, que nos lo
    vamos a tomar como un relato, puesto que fuera de la fe no te lo puedes
    tomar como un hecho histórico. Si tú coges y lees ese relato sin ningún
    prejuicio, sin ningún asterisco y sin ninguna interpretación previa
    (cosa que por nuestro sustrato cultural no podemos hacer sino a modo de
    ejercicio), a mí me parece bastante plausible creer que Jesús y Juan se
    quieren (de una forma normal y mundana), o al menos que la intención del
    autor de ese relato era reflejarlo así (y lo justifico con elementos
    textuales y etimológicos). Como digo me parece una postura razonable, la
    más directa y menos retorcida. Otra cosa es que a mucha gente eso le
    resulte inadmisible porque uno de los protagonistas es el mesías de su
    religión, religión que a día de hoy, rechaza la homosexualidad y en el
    pasado la perseguía.


    Lo del asunto del celibato, como digo, no tiene absolutamente nada
    que ver con el relato del que se habla en el post. Y no estoy para nada
    de acuerdo con tu postura. Ser sacerdote y estar comprometido con tu
    dios no te convierte en homosexual, para empezar, porque Yavé no tiene
    género, y para terminar porque eso no quita que sientas atracción
    afectiva y sexual por hombres o mujeres.






  23. Ununcuadio 30 enero 2013 / 12:54
    No tiene que ver directamente, en cuanto que es otro ejemplo
    distinto. Voy a que tomar los textos en sentido literal, normalmente es
    erróneo.


    De acuerdo en que Yahvé no tiene sexo, pero Jesús sí: ¿una entrega
    total a un hombre-Dios para tener “el corazón indiviso”? Las monjas
    cuando pasan el noviciado tienen una ceremonia que representa sus
    “bodas” con Jesús-DIos (imagino que los monjes otro tanto), porque en
    cierta manera se describe el celibato como “matrimonio”. Incluso,
    Benedicto XVI habla de eros y agapé en su encíclica “Deus Caritas est”
    como partes integrantes y, en cierto modo inseparables del querer
    humano, (dentro del que estaría el celibato).


    No he hecho la prueba, pero probablemente si cogiéramos lo que
    escribe Juan de la Cruz sería erótico, y como lo refiere a Jesús, él
    homosexual. Y lo mismo supongo del Cantar de los Cantares o de Teresa de
    Jesús.


    De todas formas, gracias por el post y por el debate, que me está sirviendo para aprender :) Un saludo






  24. Marple 30 enero 2013 / 16:24
    Perdón, Ununcuadio, ¿he leído bien?: ¿”Tomar los textos en
    sentido literal, normalmente es erróneo”? ¿Desde cuándo? Si te refieres a
    “textos” en general, creo que no hace falta que rebata una afirmación
    como esa (sería completamente absurda, puesto que la inmensa mayoría de
    los textos se escriben precisamente con la pretensión de ser tomados en
    sentido literal). Si te refieres a textos literarios, te diré que los
    filólogos a lo que nos dedicamos es a enmarcar los escritos en una
    época, una corriente artística y unas circunstancias personales (del
    escritor) determinadas para realizar una interpretación y una valoración
    lo más ajustadas y veraces que se pueda a su forma y su contenido.
    “Inventarse” dicha interpretación sin ninguna base no suele estar muy
    valorado que se diga. Y en cuanto a los textos bíblicos, en mi opinión
    la Iglesia Católica interpreta como le parece, y tan pronto decide que
    tal o cual cosa está escrita en lenguaje figurado o simbólico como se
    pone de un literal que asusta (hete ahí la transubstanciación: “Tomad y
    comed todos de él, porque este es mi cuerpo, que será entregado por
    vosotros”…, que para la Iglesia se traduce en la conversión del pan en
    la carne de Cristo).


    No querría ponerme estupenda, pero ya que mencionas a San Juan de la
    Cruz aprovecho para aclarar que la interpretación que se hace de sus
    poemas “a lo divino” la proporcionó él mismo, con lo que no dejó lugar a
    dudas de lo que quería expresar con ellos. La lectura erótica que puede
    hacerse de los mismos es intencionada, esto es, que el autor (dicho por
    él, insisto), utilizó esta analogía para tratar de hacernos comprender
    lo que se siente en la unión con Dios. Lo mismo ocurre con Santa Teresa
    de Jesús.


    En cuanto al Evangelio de San Juan, citado por Copépodo, yo creo que
    lo verdaderamente retorcido es tratar de disfrazar una realidad tan
    sencilla y natural como que Juan estaba enamorado de su Maestro y que él
    parecía corresponderle, o al menos le dedicaba una atención especial.
    Que yo sepa, Jesucristo en ningún momento censuró la homosexualidad ni
    se metió en tal o cual práctica sexual o amorosa. El rechazo, o más bien
    terror, que ha manifestado la Iglesia después ha sido lo que ha
    provocado todos estos intentos de enmascarar lo que, en realidad, no
    supone ninguna amenaza a los principios básicos de la doctrina
    cristiana.


    Y yo tampoco veo relación alguna con el tema de la castidad. :)






  25. Copépodo 31 enero 2013 / 3:47
    Bueno, Marple se me ha adelantado en varias cosas, pero
    básicamente tengo que protestar una vez más por que lleves el tema a
    algo que no tiene nada que ver. Si quieres hablar del tema del celibato,
    tiene que quedar claro que es un off-topic, yo acepto todas las
    críticas que haga falta sobre la interpretación que hago (y que ni
    siquiera es original) del evangelio de Juan.


    Y efectivamente, protesto también con eso de la interpretación
    literal de un texto da problemas. ¿A quién exactamente? Que yo sepa los
    que sufrieron esos problemas fueron Calcagno y cía, pero no creo que te
    refieras a eso. Cuanto más necesario es que un texto se entienda, más
    preciso y exacto debe ser el lenguaje para evitar ambigüedades. Pensemos
    en un texto científico comparado con una poesía. Pero, ¿Por qué debe
    dar “problemas” interpretar un texto? Curiosamente es en el caso de los
    “textos sagrados” en los que unos personajes se dicen ser los únicos
    capaces de interpretarlos correctamente (sin ningún argumento más allá
    del de su autoridad “porque sí”), pero la verdad es que son
    interpretaciones bastante arbitrarias. La prohibición de comer marisco
    no hay que tomarla al pie de la letra, pero la de yacer con varón como
    con mujer sí, pese a aparecer en el mismo libro. ¡Amos no jodas! ¡Si es
    que es de guasa! ¿de verdad esperas que se pueda hacer una
    interpretación coherente de una colección de escritos totalmente
    heterogéneos y de un contexto alejadísimo de nosotros sin que sea a
    capricho de los intereses y preferencias del “intérprete”? Yo no me tomo
    demasiado en serio mi lectura, como ya he dicho; sin embargo unos
    cuantos iluminados que sí que quieren imponernos a los demás su
    interpretación de estos libros pese a que a muchos ni nos van ni nos
    vienen. Por eso me parece pertinente de vez en cuando escribir cosas
    como esta.


    La cuestión de fondo es mucho más sencilla: aún con todo su mensaje
    intacto, un Jesús homosexual se percibiría con horror. ¿Por qué? Esa es
    la reflexión que realmente merece la pena que se hagan unos cuantos.






  26. Ununcuadio 31 enero 2013 / 9:22
    Acepto las críticas, y pido disculpas por la burrada que dije,
    eataba pensando en otra cosa que me ocupaba la cabeza que claramente sí
    es off-topic (¿por qué los paper científicos son a veces tan difíciles
    de aplicar en un laboratorio distinto?).


    Me refería, como bien ha interpretado Marple a enmarcar los textos
    literarios en una época, corriente, etc. Que, me parece que no se aplica
    solo a textos bíblicos, sino a literarios en general. Con los cuentos
    también, ¿no? Vamos que el lobo de Caperucita debía representar todo
    menos un lobo, ¿no?


    Lo del celibato si ambos coincidís en que es off-topic, lo dejo.
    Aclaro que no es de mi invención, sino que lo he oído preguntar a
    compañeros del colegio al cura y que la explicación no les dejaba
    satisfechos. Después lo he oído más veces, relacionar el celibato
    masculino con homosexualidad. Por eso, saqué el tema aquí.


    Ahora mismo no tengo una Biblia a mano, y no puedo contrastar ni
    mirar asteriscos, lo que diga es de memoria y probablemente cometeré
    errores. Nunca me he planteado la relación Jesús-Juan como la plantea
    Copépodo, supongo que debido a la inculturación familia-cole religioso,
    porque es de antes de que empezar a leer textos bíblicos con o sin
    asterisco. Así como David-Jonatán si me lo parece, nunca lo había oído
    de Jesús-Juan. Pero lo contrastaré con la Biblia, a ver :)


    ¿Por qué si Juan de la Cruz hace una interpretación erótica de sus
    escritos místicos, Juan Evangelista no hizo lo propio con su Evangelio?
    ¿Por qué Yahvé hace llover fuego y azufre sobre Sodoma y Gomorra, y no
    sobre David-Jonatán? Eso sí, cuando David se lía con Betsabé y hace
    matar a su marido para que no se entere, Yahvé sí que hace que enferme
    el hijo de ambos y muera. ¿Por qué Pablo de Éfeso incluye entre los
    pecados que deben evitar las primeras comunidades cristianas la
    “sodomía” si su Maestro era homosexual? Si la cuestión de la
    circuncisión tuvo una gran polémica entre los judíos conversos, ¿no
    habría sido escrito también algo sobre las distintas posturas hacia la
    homosexualidad? Si leemos las cartas de Juan (el mismo evangelista) y
    llama a todo el mundo “hijitos queridos”, parece más una expresión
    afectuosa que algo literal, ¿no pasará algo similar en su Evangelio?


    Más o menos lo expuesto en el párrafo anterior es lo que me impide
    llegar a la cuestión de fondo. Porque no soy capaz de “creérmelo” sea
    por mi fe, por cultura, etc.


    Un saludo






  27. Ununcuadio 1 febrero 2013 / 16:42
    Aún a riesgo de acabar con la paciencia del autor del blog… Si
    Jesús fue homosexual en activo, el celibato sacerdotal o religioso no
    tendría sentido puesto que es a imitación del celibato de Jesús. Creo
    que ahí sí que se encuadra sin ser off-topic.


    Un saludo






  28. Copépodo 2 febrero 2013 / 20:14
    Al revés, Ununcuadio: se echa de menos que la gente participe, tanto si se está a favor como en contra, yo encantado.


    En tus últimos comentarios vas al fondo de la cuestión, esa es la
    clave de todo. Tengo que insistir en que yo no es que defienda a capa y
    espada la interpretación del post, para empezar porque las fuentes no me
    parecen fidedignas, pero aunque nos choque, sí que me parece que cuando
    menos es una lectura que tiene sentido, y lo que más me interesa es que
    haya formado parte de ese corpus del homoerotismo al que hacía mención.
    Cualquier texto puede estar sujeto a distintas interpretaciones,
    abierto a discusión y a enriquecimiento, eso siempre ha sido así y es un
    aspecto realmente interesante de la literatura. La intransigencia
    absoluta (pagada con la muerte en el pasado) a interpretaciones no
    dogmáticas de la biblia es una marca de la casa de muchas iglesias
    cristianas que nos hablan de su verdadero carácter. Esto entronca con la
    crítica del segundo párrafo a las actitudes que vemos hoy, en pleno
    siglo XXI, en las que la Iglesia pretende estar al margen de toda burla o
    sátira, algo absolutamente inadmisible desde mi punto de vista. Pero
    hay más: la Iglesia pretende hacer pensar que sus escrituras son un
    conjunto coherente de principios, y nada más lejos de la verdad, como
    cualquier persona que haya leído la Biblia (y no se haya quedado en los
    fragmentos que se repiten los domingos con metronómica regularidad).
    ¿Extraña encontrar un relato como el de David y Jonatán junto con el de
    Sodoma y Gomorra? Pues no tanto: la Biblia es una colección muy
    heterogénea. El mismo dios que prohíbe matar, es un genocida sin
    remordimientos en muchos pasajes del Antiguo Testamento. Ni siquiera los
    10 mandamientos son coherentes con el mensaje actual de la Iglesia. El
    segundo mandamiento prohíbe la adoración de ídolos, algo que ocurre
    constantemente por toda la geografía española; técnicamente un cristiano
    no debería comer marisco, etc etc Pincha en el enlace sobre las
    incoherencias internas de la Biblia y compruébalas una a una si es
    necesario. La propia elección de qué evangelios son canónicos y cuáles
    apócrifos fue un ejercicio interesado, etc, todas estas cosas se saben
    de sobra.


    Por lo tanto, ¿tiene sentido discutir sobre la relación entre Jesús y
    Juan? Yo me limito a poner sobre la mesa una interpretación que a mi
    juicio tiene sentido, y desde luego tiene interés, pero no pretendo
    convencer a nadie, es sólo un ejercicio, como dije. Ahora bien, si esta
    lectura es blasfema es porque para un católico que siga el dogma
    resultaría inimaginable que el mesías fuese homosexual, porque ello es
    algo intrínscamente malo; en mi opinión eso es lo que muchos deberían
    hacerse mirar, sobre todo recordando que la prohibición expresa de la
    homosexualidad está al mismo nivel que la prohibición de estar junto con
    una mujer que tiene la regla.


    Tu último comentario me ha hecho sonreír: es que de hecho el celibato
    no tiene mucho sentido. Comprobarás que en la Biblia no se instituye en
    ningún momento, como sí se hace con los sacramentos. Incluso el primer
    papa (San Pedro) tenía mujer. Muchas iglesias cristianas aceptan que sus
    sacerdotes se casen, y el celibato es sólo una opción voluntaria. La
    Iglesia católica simplemente quiso ser más papista que el papa, pero
    cualquiera te dirá que la institución del celibato para sacerdotes
    surgió bastante después del nacimiento del cristianismo como religión.
    De hecho sin esta práctica sospecho que la Iglesia católica se habría
    ahorrado más de un disgusto.


    Gracias por comentar






  29. ununcuadio 3 febrero 2013 / 16:14
    jeje, dirás de los católicos, pero prueba a decir algo de Mahoma según en qué sitio ;)






  30. Copépodo 5 febrero 2013 / 3:26
    Buenooooo, esa salida por la tangente sí que no me la esperaba :-P






  31. Ununcuadio 7 febrero 2013 / 17:06
    Mi comentario anterior venía por esta afirmación: “Esto entronca
    con la crítica del segundo párrafo a las actitudes que vemos hoy, en
    pleno siglo XXI, en las que la Iglesia pretende estar al margen de toda
    burla o sátira, algo absolutamente inadmisible desde mi punto de vista.”
    Quizá me equivoco, pero por muy fundamentalistas que seamos los
    católicos españoles, no llegamos a la radicalidad de otras religiones
    (desde mi punto de vista parcial y subjetivo, of course).


    Me pareció que no tenía sentido seguir el debate porque no me he
    leído la Biblia entera ni ahora mismo tengo tiempo. Sí que está llena de
    incoherencias, en general, como cualquier escrito de su época (no sé si
    por entonces había una versión prehistórica del texto científico).


    El celibato me parece que viene de una declaración de Jesús: hay
    eunucos que nacen así, otros que los hacen los hombres, y otros que se
    hacen a sí mismos por el Reino de los Cielos. Quien pueda entenderlo,
    que lo haga [o algo así]. Acerca de las tendencias sexuales de Jesús, no
    creo que importara si fue o no homosexual, sino más bien si fue célibe o
    no. Y siento irme todo el rato off-topic, será (de)formación…






  32. Copépodo 8 febrero 2013 / 4:14
    Pero a ver ¿qué tipo de argumento es ese? Es como cuando un
    partido roba y su respuesta a las acusaciones es “pues los otros roban
    más”. Pero si es que además ni siquiera estoy atacando (esta vez) a la
    Iglesia católica, no hay por qué ponerse a la defensiva. Si de verdad
    hubiese querido sacar trapos sucios o meter el dedo en la llaga, créeme
    que no me hubiese faltado material. Sólo estoy interpretando libremente
    un texto. Si se está de acuerdo como si no, me da igual, es sólo un
    entretenimiento, ni yo mismo me lo tomo en serio, es una excusa para
    hablar de asuntos que me parecen curiosos, ya está. La Iglesia católica
    está… relativamente civilizada, pero resulta que aún hoy pretende
    decir a los ciudadanos (seamos o no parte de ella) qué podemos y qué no
    podemos hacer, y entenderás que eso no guste. Si en lugar de hacerlo la
    Iglesia ese poder coercitivo lo ejerciese un ayatolá, pues lo mismo
    hubiese escrito otro post, o lo mismo no, qué más dará. Por cierto, que
    yo en este bloj dibujé a Mahoma, así que esa condena ya la tengo
    convalidada.






  33. Ununcuadio 8 febrero 2013 / 9:04
    ¿A sí? :D Tendré que bucear más en este bloj, jeje.

    No era ningún argumento, sino dejar el debate al menos de momento (por
    mi parte). Necesito tiempo para considerar tus argumentos que me han
    parecido interesantes, y me abren “puertas” para seguir dándole vueltas.



    Un saludo






  34. nurgm 18 febrero 2013 / 10:45
    El asunto lo han tratado varios historiadores, desde el punto de
    vista de cómo se refleja un cuento o mito, y qué significado podía tener
    para los nuestros antepasados, naturalmente ningún historiador serio
    daría a Jesús como personaje histórico. Si tenéis curiosidad podéis leer
    a John Eastburn Boswell.






  35. Copépodo 19 febrero 2013 / 0:32
    Muchas gracias por el dato, nurgm










  36. Walter rivas 23 enero 2014 / 3:27
    La palabra de Dios se debe de leer en el Espíritu Santo, si no
    has nacido de nuevo y tus pecados no han sido perdonados nunca
    entenderás la palabra de Dios, ten mucho cuidado con tus pensamientos,
    al final de tu vida te darás cuenta quien tenía la razón, tu o Dios.






  37. Copépodo 23 enero 2014 / 4:57
    Gracias Sésamo por el enlace y gracias Walter por el interés






  38. Marcela 13 julio 2014 / 6:13
    Que pesar tanto demonio suelto en las redes






  39. Anónimo 17 junio 2015 / 22:10
    MUCHAS INTERPRETACIONES HAY DE LA BIBLIA




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